Una piedra en el camino de Samsung o Apple, pero no un verdadero competidor. Eso es lo que piensan los expertos de Blackberry a día de hoy, y parece que su nueva apuesta no le permitirá colocarse a la altura de los líderes del mercado.
La BB10 y los nuevos terminales Z10 llegan a Estados Unidos, tras casi dos meses de retraso y, justo hoy, The Guardian le da una nueva puñalada a la compañía canadiense. Publican que las autoridades británicas no consideran suficientemente seguro el nuevo sistema operativo del fabricante. Y han tenido tiempo de probarlo, ya que recordemos, los dispositivos ya están operativos y comercializándose en Reino Unido e India. Esto, es un jarro de agua fría que podría complicarle las cosas a la empresa, y más teniendo en cuenta que su principal segmento es el empresarial.
Se posicionan además en el segmeno alto del mercado de teléfonos inteligentes. El Z10 saldrá a la venta con un precio similar al iPhone 5 y al Galaxy S3 y, para entrar en esa batalla, Blackberry ha gastado un presupuesto en marketing nunca visto para el lanzamiento de un producto. No olvidemos su primera incursión en nada más y nada menos que la Super Bowl. Sin embargo, no será suficiente para batir a los dos pesos fuertes. Analistas de Gartner publicaban esta semana que incluso si los nuevos teléfonos son bien recibidos por el mercado, no alcanzarán más de un 5 o 6% de cuota global para el año 2016. Muy lejos del 70% que consiguió Android en el 4T, según datos de la firma IDC.
En cualquier caso los inversores parecen optimistas. Las acciones de la empresa canadiense han rebotado más de un 35% este año. Se han comercializado de media unos 65 millones de acciones diarias de Blackberry en los últimos 3 meses, frente a los 47 millones que maneja Microsoft. Habrá que ver por tanto la acogida de la nueva BB10 en Estados Unidos. Recordemos que la compañía presentará resultados el próximo 28 de marzo, sin embargo, los analistas no esperan tener una idea clara de cómo van las ventas de los nuevos dispositivos hasta que se presenten las cuentas del trimestre siguiente.
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